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Nací en Palencia en 1960. Ejerzo la docencia en un Instituto de Elche como profesor de Historia del Arte e Historia Contemporánea. He escrito algunos libros y me gusta leer. Participo en diversas actividades literarias. No soy un crítico: lo que pongo aquí son algunas impresiones muy breves sobre lo que leo. No pretendo más. Gracias por visitarme.

miércoles, 23 de octubre de 2013

PAN, EDUCACIÓN, LIBERTAD, Petros Márkaris


   Es la última entrega de la trilogía. Se trata de un relato de ciencia ficción pero próxima. Comienza el uno de enero de 2014, día en que Grecia, Italia y España vuelven a sus antiguas monedas y suspenden pagos. Leyendo estas páginas, nos hacemos una idea de lo que podría pasar en esa hipotética situación.
   Con todo, me detengo en un aspecto que me ha llamado la atención. El comisario Jaritos no es, como se podía pensar, un tipo bebedor, nocturno y mujeriego, etc. Es un hombre ya de edad al que le cuesta  adaptarse a los tiempos modernos, y que tiene por supuesto, mujer legítima y bien conocida (la también inefable Adrianí), su hija Katerina recién casada, su cuñado.
   Con naturalidad y con toques de humor e ironía, describe de modo ameno el trato de una familia de clase media bien avenida, pero cada uno con sus peculiaridades. Es decir, lo policiaco no está ligado a lo sórdido. Y eso es algo que el rector agradece.

CON EL AGUA AL CUELLO, Petros Márkaris


   La trilogía sobre la crisis del escritor griego Petros Márkaris, y su inefable comisario de policía Kostas Jaritos, sin ser tan brillante como alguna novela anterior, constituye una narración entretenida y sugerente, aparte de muy humana.
   Esta vez, el comisario tiene que resolver crímenes en Atenas, en los años de la dura crisis que estamos atravesando, con lo que la gente está nerviosa, en paro, se tiene que apretar el cinturón (empezando por los mismos policías). Los policías han sufrido los recortes como los que más, pero tienen más trabajo que nunca, ya que la situación trágica por la que pasa Grecia aumenta la actividad delictiva.
   Se lee muy bien, e incluso te da pie a reflexionar sobre las verdaderas raíces de la crisis.